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Hace poco me explicaban con mucho detalle, en un colegio, los motivos por los cuales no se usaban ordenadores en las clases, ni tampoco se enseñaba a usarlos.

La segunda parte la entendí muy bien: los alumnos prácticamente saben más que el profesor de muchas cosas: hacen sus webs y blogs, se mueven con soltura por las redes sociales, manejan los programas de presentaciones como nadie, los editores de texto y las hojas de cálculo no tienen secretos para ellos. ¿Para qué invertir un tiempo en enseñarles algo que ya saben?

Me sorprendió en cambio la primera parte, porque en pro de cultivar la expresión oral, la lectura y escritura correcta, las habilidades numéricas, desarrollar el pensamiento crítico y basar todo el proceso educativo en la innegable sabiduría del profesor, posponían en el currículo el uso del ordenador como si su uso impidiera o retrasara el proceso para adquirir esas habilidades.

Sería impreciso  decir que a los niños y a los jóvenes les interesan los nuevos aparatos inteligentes (teléfonos, tabletas, televisores, ahora también relojes y gafas) que nos permiten comunicarnos con palabras, imágenes, sonidos, vídeos y acceder a la información con una prontitud inusitada hasta hace bien poco. Es impreciso decir que les interesa, porque en realidad consideran esos aparatos como una extensión de su ser y parte de su día a día.

En este sentido es muy interesante el resultado de la investigación llevada a cabo por el investigador Sugata Mitra con su “agujero en la pared” o “Educación guiada por niños” [1].El  investigador puso a prueba su tesis sobre el aprendizaje como un fenómeno que emerge, incluso si no hay profesor, cuando se dan unas condiciones.

  • Que exista un acceso a la world-wide-web
  • Que aprendizaje sea cooperativo: cuatro niños interaccionan sobre un mismo ordenador, aprendiendo-enseñándose
  • Que se les plantee un reto difícil: que el contenido al que acceden sea de una materia compleja, no conocida por ellos, incluso en un lenguaje no conocido por ellos.
  • Que se incluya “el método de la abuela” que consiste en que un adulto está detrás y se admira de su aprendizaje, pero “no sabe nada” de lo que están estudiando.

El resultado de este proceso de auto-enseñanza es que los niños hacen un profundo y verdadero[2] aprendizaje de materias complejas[3], alcanzando los mismos niveles que alcanzarían con un profesor experimentado.[4]

No dejes de ver el vídeo de Sugata Mitra.

Y este fenómeno no ocurre sólo con niños. Ocurre también con adultos, no hay más que analizar el boom de los MOOC (acrónimo en inglés de Massive Open Online Course- y traducido al castellano como Cursos en Línea Masivos y Abiertos) cada día hay más cursos, más universidades implicadas, más materias impartidas de este modo online y abierto.

Y efectivamente, es masiva[5]  la asistencia a estos cursos ofrecidos por las mejores universidades del mundo a través de distintas plataformas o proveedores de MOOC como Coursera, Udacity, Edx[6]. ¿Tú todavía no te has inscrito en ningún curso? Yo si, de momento en tres, no de modo simultáneo, porque de verdad requieren bastante trabajo personal después de las clases online.  A pesar de que estoy de trabajo hasta las cejas ¿cómo me he metido en este extra? Pues porque son temas verdaderamente interesantes, actuales, con los mejores profesores. ¡y gratis!

Los resultados en cuanto a calificaciones, son mejores que los cursos presenciales, es decir, un mayor porcentaje de alumnos supera el examen final. Es más, en cursos de materias especialmente complejas, este porcentaje se acerca al 90% cuando en las clases presenciales el porcentaje de aprobados era del 60% [7]

Visto esto ¿vamos a renunciar en la enseñanza a usar uno de los mayores catalizadores del aprendizaje que conocemos en la actualidad o vamos a sacarle todo su jugo a la web?

Comparto lo que dice Anant Agarwal:
la educación como la conocemos ha estado calcificada, fosilizada durante 500 años. No es posible por tanto hacer reingeniería ni microgestión con ella.
Tenemos que reimaginarla. Tenemos que construirla desde unos cimientos nuevos. Empecemos ahora.

Elena Jiménez Arellano Larrea


[2]The teachers said, “Is this deep learning?” I said, “Well, let’s try it. I’ll come back after two months. We’ll give them a paper test — no computers, no talking to each other, etc.” The average score when I’d done it with the computers and the groups was 76 percent. When I did the experiment, when I did the test, after two months, the score was 76 percent.” Sugata Mitra at TED talk “Child Driven Education”

[3] So I said, “For two months, you were looking at stuff you didn’t understand?” So a 12 year-old girl raises her hand and says, literally, “Apart from the fact that improper replication of the DNA molecule causes genetic disease, we’ve understood nothing else.” Sugata Mitra at TED talk “Child Driven Education”

[4]The scores went up to 50, which is what the posh schools of New Delhi, with a trained biotechnology teacher were getting.” Sugata Mitra at TED talk “Child Driven Education”

[5]155,000 students from 162 countries enrolled in this course. And we had no marketing budget. Now, 155,000 is a big number. This number is bigger than the total number of alumni of MIT in its 150-year history. 7,200 students passed the course, and this was a hard course. 7,200 is also a big number. If I were to teach at MIT two semesters every year, I would have to teach for 40 years before I could teach this many students.” Anant Argwal en TED talks “Why massively open online courses still matter”

[6] Si quieres ver un estudio comparativo de estas plataformas y qué ofrece cada una, aquí tienes un artículo estupendo http://www.skilledup.com/blog/the-best-mooc-provider-a-review-of-coursera-udacity-and-edx/

11 thoughts on “¿Educación on-line o educación off-line?

  1. Elena, esta entrada me ha gustado: me he tragado el vídeo entero. Y hasta le entendía! Qué bien hablan inglés los indios…
    Opinión de un inexperto: me parece que al final todo se reduce a la motivación. Cuando estamos motivados, hacemos maravillas. La motivación en como un enamoramiento. Te pueden motivar las modernas maquinitas, o te puede motivar el clásico profesor Keating (Robin Williams en los poetas muertos). Seguramente hay muy pocos profesores que sepan motivar a sus alumnos, y es más fácil que se motiven con las maquinitas. Pero me temo que las maquinitas no siempre motivan para aprender lo que se debe aprender en cada momento.
    En cualquier caso, sacar las maquinitas de los colegios me parece un error grave. Y eso que entiendo al colegio que no quería maquinitas, porque sí veo que tienen peligros en las relaciones, en la comunicación… No me extrañaría que las antiguas ratas de biblioteca ahora sean MOOCadictos.
    Pienso que no es cierto que los chavales dominen el Pogüerpoin o el Excel. Creo que como mucho “se manejan” en Word. Access es un misterio. Etc, etc. La mayoría ni siquiera sabe “informática” a nivel básico-medio. Son simples usuarios de lo que les interesa: navegar, redes sociales, música, pelis, series, juegos… En realidad, los PCs están cayendo en desuso por los móviles. Los chavales (incluyo universitarios) cada vez usan menos el mail. Los foros están de capa caída.

    1. Me gusta eso que dices de que “la motivación es como el enamoramiento”. Con tu permiso me lo quedo para un próximo post.
      Pero me gusta más aún lo de los MOOCadictos. Y pese a la connotación negativorra que le das a la palabra, a mi me suena muy bien que haya mucha gente dispuesta a formarse en las mejores universidades del mundo haciendo cursos puntuales. Y las posibilidades que se abren para miles de personas que no podrían ni soñar con hacer uno de esos cursos de modo presencial.
      Porque….lo de MOOCadicta ¿no lo dirás por mi? ¿no?

  2. Me encanta este artículo Elena. El progreso y la evolución cada vez ocurren con más celeridad y la educación y los planes formativos nunca se adaptan con la suficiente flexibilidad. Es muy importante contar con profesionales de nivel como tú… Es lo que marca la diferencia.

    1. Gracias Miguel. Efectivamente la educación on-line combianda con la off-line da los mejores resultados y se adapta mucho mejor y antes al cambiante mundo que nos rodea.

  3. Muy bueno tu articulo y muy interesante.
    Una cuestion para reflexionar: Cuando dejamos de estar interesados por aprender(cuando perdemos el gusto por aprender)?
    Esto lo digo por que tu comentas que los niños se enseñan los unos a los otros y ademas los otros quieren aprender lo que el otro les enseña. Llega un momento(quizas adolescencia) que esto deja de ocurriri y el foco se traslada a otros aspectos de la vida. Tambien lo uno al hecho de que estas haciendo cursos por que te parecen interesantes, te gustan, te aportan…Sin embargo es verdad lo que comentas que cuando las clases son presenciales(muchas veces el tema no es del todo interesante para nostros, no nos va bien ese horario, estamos cansados…) las calificaciones bajan, quizas sea por que no son tan interesantes como nos parece.

    Se me ocurren estas reflexiones. Por lo demas decir que el texto me parece genial, directo, conciso y con un leguaje que puede entender cualquiera.

    Ps: por poner una pega, “world-wide-web” mejor si pones tambien internet. Es solo una apreciacion y por buscar algo que cambiar, ya sabes que soy así.

    Un abrazo

    1. Efectivamente, David, aprendizaje y motivación van absolutamente unidos. UNO SOLO APRENDE AQUELLO QUE QUIERE APRENDER.
      Y si echas una mirada atrás a tu experiencia académica y profesional verás qué interesante. Ese dicho de que “la letra con sangre entra” es falso. Y por eso los educadores nos tenemos que esforzar cada día por hacer de la materia que enseñamos algo que el alumno quiera aprender.
      Hoy lo he comprobado en clase: haz que tus alumnos se interesen por el tema que vas a tratar; déjales que te pregunten de todo lo que se les ocurra sobre el tema… y acaban dando ellos los contenidos de la clase con sus preguntas y respuestas. Y bueno, hoy he dado una clase de contabilidad: de ampliaciones de capital… es decir, un tema NADA apasionante. Pero ellos han hecho una clase muy interesante.

  4. Totalmente cierto! Pero entonces…….¿no habría que educar a los educadores y por extensión a los padres, en las nuevas tecnologías? Y aun así ¿no estaríamos siempre atrasados respecto a ellos?

    1. Por supuesto que hemos de aprender. Pero podemos aprender con ellos y de ellos. Aprender a la vez que aportamos lo que comentaba Borja OL más arriba: guía y sentido crítico. De hecho enseñar un verdadero pensamiento crítico es el trabajo más importante de los educadores ante las NNTT. No todas las fuentes de información son válidas, no todas tienen la misma categoría y a la vez debemos mostrar a nuestros hijos y alumnos que lo que se cuelga en la red hí queda… para el uso que alguien le quiera dar.

  5. Un breve comentario a la segunda parte. Se puede entender esa explicacion pero no compartirla. Es verdad, muchos de nuestros alumnos manejan programas, redes, aplicaciones de las tabletas o portátiles mucho más rápido que nosotros. Pero no por eso podemos dejar de estar con ellos, de acompañarles. Son nativos digitales. Sí, pero a la vez son inmaduros digitales. Van dejando comentarios que les daría verguenza leerlos de otro. Cuelgan o mandan fotos sin ningún reparo. Abren sus puertas – dando claves, teléfonos – permitiendo el paso a todo tipo de virus, gusanos, troyanos que te destrozan el ordenador, te lo llenan de spam…
    Pienso que hay mucho que enseñarles. La tarea del docente estará en pensar lo que les da.

    1. Estoy totalmente de acuerdo. La inclusión de las NNTT en la enseñanza no excluye al profesor. El profesor ahora, como siempre ha de estar presente en el proceso de aprendizaje como catalizador, impulsor y guía. La madurez y la experiencia es siempre un grado.

  6. La experiencia vivida entre mis alumnos es distinta. Los alumnos han mejorado muchísimo su expresión y comprensión oral desde que hay ordenadores y tabletas. Con su webcam se graban así mismos sus lecciones. Luego se comparten, se analizan…Con sus móviles hacen sus pequeños vídeos en el idioma que se les pida. Su creatividad sorprende a unos y otros…En resumen, con una buena planificación de las nuevas tecnologías aprenden antes, más y mejor. Y el profesor disfruta con ellos.

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