¡Quiero alumnos transgresores[1]!

Podría ser una canción. Pero no lo es. Es un hecho. Es lo que quiero, desde siempre sin ponerle nombre, y desde ayer, tras ver este vídeo donde un alumno de segundo de carrera en Georgia Tech. USA da la bienvenida a los alumnos de primero, le puse nombre: quiero que mis alumnos sean rompedores y transgresores. 

Por si no estáis muy duchos en inglés os adjunto una transcripción casera del contenido[2].

Si, ayer vi este vídeo y me dio mucho que pensar. Tanto, que el artículo que escribía sobre PISA y la LOMCE se queda aparcado para otro día.  Al verlo pensaba con envidia: ¡ojalá pudiéramos tener aquí en España este tipo de alumnos! ¿Envidia?, si, de la mala, de la malísima. En concreto de dos cosas: 1. del orgullo que por su universidad muestra ese alumno y 2. De lo que esa universidad le permite hacer: le permite ser un transgresor.

Si algo me prendó de mi tiempo en los EEUU fue el amor de los americanos por su patria, por sus instituciones, por sus universidades… Me encantaría que en España fuéramos así: enamorados de nuestra patria y orgullosos de nuestras cosas. ¡Que tenga que ser el cantante Bono el que diga que España lo está haciendo rebién y que nuestros amigos europeos deberían hacer una campaña pro-España!  ¿Por qué nos gusta tanto malhablar de nuestro país, de nuestra bandera, de nuestras instituciones?

cena españa2
Me ha pasado este mes en clase : todos los alumnos extranjeros alabando distintas cosas de Madrid, del modo de vida de los españoles que les gustaba, de lo bonitos que son nuestros parques y lo seguro que se va por las calles, de la maravilla del transporte público, y un alumno español, casi avergonzado de tantas alabanzas, en vez de reconocerlo  y agradecerlo, empieza a enumerar una retahíla de cosas no tan bonitas. Viajando un poco se pasan estos males, porque es fácil darse cuenta que más de la mitad del mundo (incluyo también a personas de países del primer mundo) hubiera preferido nacer en España (y no digo en Bilbao;) 

Yo os aconsejo que invirtáis un poco de tiempo haciendo una lista de todas las cosas buenas que nuestro país nos ofrece y todas las cosas buenas que tiene nuestras instituciones.

Y luego que dediquéis también un poco de tiempo a hablar de esas cosas positivas. Resultado: sube la autoestima patria, las endorfinas se disparan, se empieza a sonreír…¿te atreves? Para empezar la lista comienza preguntándole a un norteamericano qué le pasa cuando se pone malito y no tiene un seguro médico. Luego pregúntales cuánto les dan de “paro”. Y para acabar la encuesta atrévete a preguntarles cuánto les ha costado su carrera universitaria y cuántos años han estado pagándola.

A los alumnos de nuestros colegios y universidades les acosan además otros males que son fundamentalmente el hastío (que sirve para disfrazar la pereza) y la apatía o el aburrimiento de la vida, el “me-lo-merezco-todo-y esto-es-un-asco-para-lo-que-yo-me-merezco”. Sumidos en este hastío eligen carreras que molan pero que no les gustan, o carreras que les gustan pero no están dispuestos a pasar por ese “viaje endiabladamente duro” para conseguir lo que se quiere… porque no saben lo que quieren.

El autobús que tomo hacia la oficina cada día va lleno de estudiantes universitarios y las conversaciones dibujan un mapa de la situación actual. “Me he cambiado de carrera y tampoco lo tengo muy claro”, “Fulanito ha empezado ingenieros, pero se pensaba que era como en el colegio, de estudiar antes de los exámenes. Ha suspendido todo el primer semestre. Ahora no sabe qué hacer”, ” Me voy de Erasmus, pero con este inglés no sé si aprobaré algo y tendré que repetir el semestre a la vuelta. “, “Hay un profesor empeñado en hacernos trabajar en clase ¡y no cuenta para la nota!”, “Quieren que hagamos prácticas sin remunerar… no se ha apuntado nadie”, ¿sigo o ya se han hecho una idea?. Y estos alumnos van a una universidad pública.

¡¡¡Yo quiero un alumno como el del vídeo!!! Quiero un alumno que cuando llegue a clase me utilice para sus fines de aprender lo más posible de lo que a él le interesa (y no simplemente para que le ponga la mayor nota al menor esfuerzo).

Quiero un alumno que me diga: “eso ya lo explica el libro, ¿para cuándo algo que no esté en el libro?”, quiero un alumno que me rete, que discrepe, que discuta, que elabore.

Quiero un alumno que me traiga un artículo del periódico con la opinión opuesta de lo que ayer expliqué en clase.

Quiero un alumno que se revuelva en el asiento no de hastío sino porque no le convence lo que digo y no encuentra hoy la réplica..,.pero me la trae al día siguiente.

Quiero alumnos transgresores no con los horarios, llegando tarde a clase o con las normas de educación, sino con el contenido y con la forma de dar la clase. ¿Porqué no puedo tenerlo?!

Quiero tener alumnos transgresores , porque sólo los transgresores hacen que la humanidad no se quede quietecilla donde está sino que avance, que mejore.

¿Y qué nos aparta de esto? ¿Qué nos impide tener estos alumnos?

La culpa es nuestra, de los educadores. De los padres y de los colegios.

padres regañando
     De los padres, porque llevan las mochilas a sus hijos a la salida del cole, porque sobrevuelan como helicópteros sobre ellos mientras les dan dinero y comodidades ilimitadamente y finalmente porque les disculpan ante profesores y adultos por sus faltas sin dejarles asumir la responsabilidad de sus actos libres.

 

 

todos igualesjpg
    De los colegios porque no encendemos fuegos, sino que llenamos vasos. Con contenidos y formas que además están obsoletos. Porque no inspiramos sino que enmarcamos.

¿La solución? La próxima semana.

Elena Jiménez-Arellano Larrea

 


[1] Persona que quebranta un precepto, ley o estatuto

[2] Traducción a mi manera del vídeo: “Escogimos la Universidad de Georgia Tech porque queríamos hacer lo imposible.

Y precisamente esta Universidad está equipada con los recursos y el profesorado para ayudarnos a hacer exactamente eso.

En palabras de Isaac Newton “ Si he llegado tan lejos, es porque me he puesto de pié sobre los hombros de gigantes”

Georgia Tech está orgullosa de sus muchas tradiciones, pero la que encuentro más interesante es nuestra tradición de excelencia. Nuestra misión como estudiantes no es seguir los pasos de astronautas, premios Nobeles o de los presidentes que se graduaron antes que nosotros en esta universidad, sino ir más allá de sus huellas, sobrepasarles, estrujando los hombros de esos  gigantes sobre los que nos apoyamos. Nosotros, los aquí presentes, somos así de innovadores.

Por eso te digo: Si quieres cambiar el mundo, estás en Georgia Tech, puedes hacerlo! Si quieres construir el traje de Iron man, estás en Georgia Tech!, tú puedes hacerlo!, si quieres poner música de película durante tu discurso de bienvenida como un friki, estamos en Georgia Tech, puedes hacerlo! Yo lo estoy haciendo!

Enhorabuena por haber sido admitido en esta Universidad. Y prepárate para el viaje endiabladamente duro que te permitirá llegar a ser un ingeniero cojonudo.”

 

3 thoughts on “¡Quiero alumnos transgresores!

  1. Que buenoooo! Seria estupendo este cambio de mentalidad por parte de todos. Estoy totalmente de acuerdo, y tb aplicable a la empresa; solo plantearse retos, cuestionarnos cada día como hacemos las cosas, nos permitirán avanzar con ilusión.

  2. Como siempre genial, positivo, te empuja a moverte, te saca de tu estado de confort y te alienta a sacar de ti lo mejor!!!!

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