Ya me voy dando cuenta que tener un blog es contar tu vida a capítulos. Y es que las mejores ideas salen de las vivencias personales. Hoy contaré algo que me pasó cuando asistía a clases en Harvard, una pequeña anécdota que supuso una de las mejores vivencias relacionadas con esos pequeños detalles que hacen de un profesor un buen profesor.

El post-it a lápiz del profesor de Harvard
Un buen profesor es un regalo para sus estudiantes y uno me dio una vez el mejor de los regalos: un post-it amarillo escrito a lápiz.