ESCUELAS PARA ELEGIR Y CAPACIDAD PARA ELEGIR ESCUELA

Esta mañana he oído en la radio mientras iba al trabajo a una periodista diciendo que no se debería dramatizar tanto con la enmienda que suprime el castellano como lengua vehicular ya que en la vida cotidiana nada va a cambiar. Y es verdad, que no usar el castellano como lengua vehicular para la enseñanza no va a cambiar en la práctica. La diferencia abismal es que hasta ahora no era legal excluir el español de las aulas y que por tanto los padres podían reclamar recibir una enseñanza en español y con la nueva ley no existe el derecho de los padres de elegir una enseñanza en castellano para sus hijos.

Iba a titular esta entrada del blog como: “Diez razones por las que digo ¡No! a la ley Celáa” pero el hecho es que las diez razones se resumen en una: esta ley limita el tipo de escuelas que se pueden elegir y además impide que quienes no tengan recursos puedan elegir lo que quieren.

Reclamo mi libertad y también la de cualquiera que no piense como yo para poder elegir el colegio que prefiera para educar a sus hijos. No pretendo que todos los colegios sean como yo los quiero, pretendo que haya pluralidad de opciones asequibles a todos los ciudadanos independientemente de su capacidad para pagarlo.

Peligran los conciertos y con ello la posible desaparición de algunos centros educativos. Nos interesa mantener la pluralidad de oferta que estos centros ofrecen y verdadera libertad de elección que da a a los padres especialmente a los que no tienen recursos.

En ITEM hemos preparado una estrategia para que los colegios concertados tengan un plan financiero que les permita mantener el modelo educativo que quieren con los alumnos que quieren. Un plan para que todos los padres -independientemente de sus recursos económicos-  sigan teniendo la posibilidad de llevar a sus hijos a estudiar en los mejores colegios.  Puedes verlo aquí: https://inspirandotalento.com/soluciones-financieras-para-escuelas-concertadas/

Es un plan que se basa en hacer de cada colegio el mejor colegio, cada uno con su propia personalidad, al mismo tiempo que se prepara la estructura financiera para paliar los embates de los posibles recortes de los conciertos.

Me preocupa mucho el recorte de libertades que, de modo casi imperceptible, o al menos no de manera obvia aparece en esta ley. Añadiendo que el Estado se está arrogando el derecho a controlar y manipular con ideologías las cabezas de los estudiantes.

Así que estas son las 10 libertades que quiero mantener y los 10 recortes de libertad que  nos plantea esta ley:

Quiero elegir con libertad el centro educativo que prefiero para mis hijos y la ley Celáa elimina la demanda social e impone la planificación de los centros. Con esta ley no puedes elegir ir a un colegio concertado si hay plazas vacías en el público. Para solucionar el vacío de plazas en la escuela pública ¿no habría que mejorar esos colegios en vez de cargarse la concertada? Me consta que hay colegios públicos excelentes, haciendo un trabajo de calidad y están llenos, abarrotados. ¿Por qué no seguir sus modelos y atraer así a más y mejor alumnado? Con lo caros que resultan los colegios para los padres y la situación económica actual, muchísimas más familias elegirían la escuela pública libremente.

Los colegios concertados salen más baratos a los presupuestos y nos gusta ser eficientes con los impuestos que pagamos. Para una economista de formación como yo, que en estos momentos de falta total de recursos económicos para hacer frente a pagos como los ERTEs, pensiones, mejoras en salud pública y recursos médicos, impulso a las pequeñas y medianas empresas y autónomos que van desapareciendo, el hecho de sustituir una escuela demandada y barata al contribuyente por otra no demandada y cara es un sinsentido. Es una maniobra ideológica carente de sentido común ni financiero ni estratégico.

Quiero educar en la excelencia y el esfuerzo y la ley Celáa incluye pasar cursos con asignaturas suspendidas. Estamos viendo con mucho pesar en la comunidad educativa los efectos que esta propuesta va a traer: desmotivación, desinterés y desgana. Y para aprender hace falta justo lo contrario: motivación, interés y ganas de esforzarse, porque todos sabemos que lo que vale cuesta.

Sé que los niños con necesidades educativas especiales necesitan colegios que atiendan esas necesidades. He vivido de cerca cómo un niño con Síndrome de Down que estaba en el mismo colegio que sus hermanos ha aprendido a leer, a escribir y a ser autónomo en muchísimas cosas en un solo curso académico en un colegio de educación especial. Los profesores del otro colegio eran estupendos, pero en una clase con 30 alumnos no se podían dedicar a atender las necesidades de Miguel. La sociedad necesita esos colegios que enseñan a ser personas autónomas, cada uno dentro de sus limitaciones, a esos alumnos y ayudan a los padres en la tarea de hacerles crecer.

 

Que se respete la constitución y que el castellano siga siendo la lengua vehicular de la educación. Es fantástica la riqueza de lenguas que tenemos en nuestro país y enseñarlas y promoverlas es un cuidado que debemos a la riqueza de nuestra cultura. Por eso mismo no se debe dejar de lado el castellano como la lengua común de todos los españoles ni impedir a los padres que lo deseen que sus hijos puedan aprenderla en la escuela con rigor junto a las lenguas regionales.

Aprender lenguas

 Quiero que los cambios de leyes educativas sean por mejoras pedagógicas y no por impulsar determinadas ideologías. Me dedico desde hace 10 años a promover mejoras pedagógicas en los colegios acorde a los nuevos conocimientos que tenemos sobre el cerebro y su modo de aprender. Me sorprende que esta ley se base tanto en una ley de 2006. ¡Señora! ¡Que estamos en el 2020! Sin propuestas metodológicas y llena de propuestas ideológicas, es una ley que nace anticuada. Los profesores nos hemos reinventado mucho durante el confinamiento y este año tan especial de enseñanza “blended” -presencial y a distancia simultáneamente- hemos aplicado mucho de lo aprendido y no vemos en esta ley nada que solucione los problemas que tenemos: bajar ratios, reducir contenidos, mejorar metodología, facilitar medios tecnológicos a los profesores y un largo etcétera.

Se prohíbe a los padres educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones morales al eliminar la enseñanza de la religión. Cuando un 65% de la población escolar elige religión frente a otras alternativas. ¿Dónde está el respeto a la voluntad de los ciudadanos?

La asignatura de Educación en valores cívicos y éticos, con un título tan atractivo, pretende adoctrinar. Al igual que pretenden adoctrinar con las declaraciones sobre los derechos de la infancia sobre la patria potestad y con el presunto derecho a la educación pública, cuando el derecho es a la educación sin adjetivos.

Esta ley Celáa quiere introducir un comisario político en cada colegio incluyendo en el Consejo Escolar a una persona del Ayuntamiento. Esto, además de generar más cargos públicos innecesarios, supone la dependencia del partido que gobierne, la falta de conocimientos pedagógicos del comisario político, etc. Como dicen en la plataforma masplurales.es: “Esta medida, además de innecesaria e injustificada, supone una interferencia en el ideario y el proyecto educativo de los centros”

En definitiva, quiero que los colegios tengan la libertad de proponer diferentes modelos educativos, que exista un margen de autonomía para organizarse, ofrecer optativas, usar diferentes metodologías.

Alfonso Aguiló en esta conferencia aporta muchas luces sobre los derechos que la ley nos quita y sobre medios de actuación.

Por todas estas razones el domingo 22 de noviembre me sumaré a la manifestación con vehículos convocada por la plataforma Mas Plurales. ¡Allí nos vemos!

 

Elena Jiménez-Arellano

ITEM Founder&CEO

2 thoughts on “Stop ley Celáa

  1. Me ha gustado mucho el artículo: vas directa al grano, a lo esencial, a las grandes ideas, valores…que algunos quieren hacer desaparecer. Lástima que unos cuántos no les llegará ni lo leerán pues les da alergia lo que no sean sus ideas aunque hablen mucho de tolerancia. Es triste la falta de diálogo tan importante como debe ser en una ley de educación para todo el estado.
    He echado en falta algunas ideas pero me imagino que no habrás querido hacerlo más largo. Alguna como que el acceso al cuerpo de inspectores de educación deje de ser por oposición: da miedo la posibilidad de entrar ahí a dedo, según ideologías…También creo que se podría resaltar la falta de coherencia de algunos partidos políticos que sacan una enmienda a última hora, con un gran consenso y que es rechazada pero luego votan que sí a la ley, ni siquiera se abstienen, En fin…

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