LA PROGRAMACIÓN Y LA EVALUACIÓN DE LAS COMPETENCIAS. Se acercan los sanfermines y me van a perdonar los pamplonicas, por usar el símil de correr delante del toro con la adrenalina corriendo por las venas y la incertidumbre de si me pillará el toro o me dará tiempo a retirarme de delante de sus cuernos, como un ejemplo de lo que nos puede estar pasando en los colegios a la hora de implantar el aprendizaje por competencias.

Aún está saliendo la legislación para implementarla y ya nos exigen su programación y evaluación. Así que con las prisas, corriendo delante del toro, muchos colegios han hecho lo que han podido o lo que les ha dado tiempo.

Y en algunos casos el resultado no está siendo nada satisfactorio: ni para los profesores, ni para los alumnos.

He visto con mis propios ojos lo que ya llamé efecto Lampedusa: todos los profesores haciendo un trabajo ingente para programar sus asignaturas por competencias y a la vez diseñando unas hojas de evaluaciones que ¡riéte tu de las famosas sábanas!, total “pa ná” porque luego llegan al aula y siguen enseñando como antes. Sólo que ahora evalúan muchas más cosas y vuelven locos a sus alumnos con los nuevos criterios de evaluación que no entiende ni el profesor.

He visto sistemas que evalúan cada una de las competencias en una hoja aparte por cada asignatura. Es decir, un sistema que obliga al profesor a llevar a la evaluación al menos 9 hojas por clase y asignatura: una de valoración de conocimientos y 8 de competencias!!

¿Cómo podemos evitar esto de aumentar la complejidad de la programación y de la evaluación de las competencias?
Frente al “método tradicional” de: ” A la vuelta del verano quiero que todos traigáis las programaciones ya hechas por competencias” yo propongo el trabajo colaborativo entre profesores -guiados por un líder interno o un especialista externo- para elaborar un plan coherente de programaciones.

Es verdad que este trabajo requiere más tiempo, pero permite a todos los profesores reflexionar sobre su tarea, limitar el burn-out al trabajar en equipo y compartir la desdicha de tener que hacer, de nuevo, una nueva programación.

Como requiere más tiempo nos arriesgamos a recibir una “colleja” de la inspección. “¡Qué miedo!” “¿Y si viene la inspección y aún no hemos programado por competencias?”

Para solucionar esto, dentro del “método tradicional” existe el afamado “copy-paste” por el cual en algunos países más allá de los Pirineos, aquí en España no pasa nunca,  lo que presentan a la inspección es una cuasi-reproducción de lo que nos han presentado las editoriales, mientras el profesor se guía por otra cosa.

Es verdad que con la incertidumbre política no sabemos si las editoriales seguirán trabajando en esa dirección. Y aprovecho para hacer una reflexión que me reconcome las entrañas ¿porqué tiene que depender tanto el sistema educativo del partido que gobierne? ¿no sería conveniente un pacto de Estado para que los cambios en educación no dependan de los gustos políticos sino de las reales necesidades de la mejora educativa?

Pues si las editoriales nos fallan, seguro que “el método tradicional tiene otra herramienta disponible para darnos ese tiempo que necesitamos. Un poco de pensamiento creativo nunca nos ha faltado a los españoles y menos en el sector educativo.El “método tradicional” tiene su sabiduría y es que sabe más por viejo que por diablo.

Señores, no se escandalicen, que el “método tradicional” lo he visto hacer más allá de los Pirineos.

Así, mientras la inspección se entretiene revisando las programaciones que les ofrecemos, tenemos que sacar tiempo para trabajar en equipo la programación de cada asignatura por competencias de un modo que sea eficaz para el aprendizaje, bueno para el profesor y excelente para el alumno.

Para hacer las programaciones por competencias es necesario tener delante un cierto material:

  1. La legislación vigente de la LOMCE (ay mamma!! que no sé cuánto nos va a durar con estos cambios políticos!!)
  2. La legislación correspondiente de la Comunidad Autónoma (sic!)
  3. El ideario del centro y sus principios educativos. Proyecto educativo o Proyecto de Centro. Sería bueno si tenemos en algún sitio descrito el perfil de alumnos “producto final” de nuestro colegio. Si no lo tenemos es bueno detenerse un poco a discutirlo y “dibujarlo”: ¿qué características buscamos que tenga el alumno que se gradúa en nuestro centro? ¿qué perfil? ¿por qué cosas destaca o nos gustaría que lo hiciera?
  4. He hecho una recopilación de documentos sobre aprendizaje por competencias que incluye desde el Informe Delors de la UNESCO hasta “Definitions and selection of Key Competencies” de DeSeCo de la OCDE aquí: http://issuu.com/inspirandotalentoitem que espero que os sea útil para cuando necesitéis iluminar algún concepto o enfoque.

Con estos elementos y siguiendo el procedimiento explicado en el post anterior es posible hacer una programación de las competencias que no suponga  hacer una barbaridad de trabajo para que todo siga como antes (Efecto Lampedusa)

¿Que necesitas ayuda? No dejes de escribirnos a aprenderxcompetencias@inspirandotalento.com Os ayudamos con consejos puntuales, consultoría a los directivos sobre cómo enfocar las competencias, acompañamiento a los profesores en la elaboración  de las programaciones y muchas cosas más que nos podáis sugerir.

Y recuerda: las Competencias han venido para quedarse. No son una moda pasajera. Es una tendencia educativa avalada por muchos organismos internacionales: Naciones Unidas, Unión Europea y OECD. Aunque cambiaren la ley las COMPETENCIAS se quedan.

P.S. Ya sé que ando muy insistente con las competencias, aunque tengo también borradores sobre el bilinguismo, la flipped classroom, sobre innovar sin permiso, sobre la valentía de los profesores y alguna que otra cosa más para poner deberes a los padres cara a las vacaciones…Se admiten sugerencias sobre el orden de los contenidos. 😉

Elena Jiménez-Arellano Larrea

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