INNOVAR EN EDUCACIÓN…O QUEDARSE ANTICUADO Y…MORIR.
“Sin embargo, se mueve” . Dicen que Galileo dijo esta frase para rebatir, con evidencias extraídas de la observación, las teorías científicas entonces vigentes que explicaban el cosmos.
Gran revolución causó la teoría heliocéntrica entonces entre personas cultas y bien preparadas. Pero la evidencia se impuso.
Si algo me cautiva, es la capacidad del ser humano de profundizar y crecer en el conocimiento de las cosas. El ser humano -desde el género homo de hace 2,8 millones de años1 – ha ido creciendo en capacidades, habilidades y conocimiento de la realidad que le rodea.
Los avances en la ciencia y el conocimiento son siempre progresivos, a veces drásticos porque ponen patas arriba todo el esquema de conocimiento anterior, pero cada una de esas revoluciones del conocimiento nos permite poder explicar mejor el mundo que nos rodea. Las fichas del puzle encajan cada vez y cada vez mejor.
Todo lo que sabemos, los conocimientos que hemos ido adquiriendo como humanidad, se apoyan en el conocimiento acumulado previamente. «Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes»2 . No necesitamos partir de la invención del fuego cada vez para ser capaces de desarrollar nuevas energías sostenibles, por ejemplo.
Ante esta situación se comienza a implantar en muchos colegios una pedagogía bien experimentada ya por colegios pioneros en todo el mundo: el aprendizaje cooperativo, las inteligencias múltiples, el aprendizaje basado en el pensamiento, el aprendizaje por proyectos, la flipped classroom y otras metodologías a veces no tan sistematizadas3 , con unos resultados que están a la vista en primer lugar en cuanto al enorme cambio en la motivación y actitud de alumnos y profesores.
Gran parte del éxito se debe a los nuevos conocimientos sobre neurociencias, motivación y aprendizaje que se han desarrollado en los últimos años .
Las mejores cabezas investigan sobre esto y así en Harvard nació en 1967 el Project Zero4,5 mientras otros profesionales como Robert Swartz, Howard Gardner, los hermanos Johnson, y muchos más7, todos inspirados por adecuar el aprendizaje a lo que vamos aprendiendo sobre el cerebro y sobre emociones, desarrollan las otras líneas de aprendizaje que se están demostrando exitosas.
El informe8 que sirvió de base de trabajo para la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (WISE, en inglés), un think tank formado por 15.000 sabios y promovido por la Fundación Qatar que del 4 al 6 de noviembre 2014 se reunió en Doha para debatir algunas de estas cuestiones, declaró estos mismos principios y promueve las mismas metodologías.
Pero esto no deja de ser algo nuevo, muy diferente de lo que veníamos haciendo en los colegios. Por eso no es de extrañar que personas cultas y bien preparadas -padres y profesores- nos formulen preguntas y dudas que nos ayudan a profundizar en el rigor y validez de las metodologías.
He recogido aquí varias de las preguntas que me han ido formulando en diferentes ocasiones y espero que sirvan para abrir el debate y dar más luz a este tema. Muchas de estas dudas se las plantea también Inger Enkvist6 , la experta en educación sueca, a la que también doy respuesta.
Esta es la línea general de las nuevas metodologías. Por lo que mi respuesta es: esto no es una moda, es un avance, un paso adelante necesario.
Hay uno que pedagógicamente produce efectos negativos al suponer que del alumno debe “salir” el conocimiento, la inspiración artística innata y “natural”.
Esto se ha demostrado falaz ya que el aprendizaje depende mucho de la cultura vivida, del lenguaje aprendido, de las cosas aprendidas: un niño no es “de natural” capaz de crear algo innovador, si no es basándose en cosas ya conocidas de antemano. Tenemos ejemplos extremos -de cómo la educación nos hace gran parte de lo que somos- en los niños criados por animales.
“Eppur si muove” pero se mueve. El sol debe moverse alrededor de los planetas, moverse por el aula, moverse en distintos ámbitos de aprendizaje contextualizado, en ese movimiento hay días y noches: inteligencia, voluntad y emociones que deben tratarse conjuntamente para educar al niño.
Si sabemos que estos tres factores afectan a cómo amamos y cómo aprendemos ¿por qué no introducirlas en el aprendizaje? Una seria formación de los profesores como coaches y en habilidades emocionales es hoy casi imprescindible.
Por lo tanto sí que podría afectar a los alumnos si el aprendizaje se produjera únicamente a través de otros alumnos o quizá a través de documentos con un vocabulario pobre o escaso.
Esto no sucede en ninguna de las metodologías expuestas arriba, donde no desaparecen ni la aportación del profesor ni el estudio de los conceptos en textos escritos. Lo que sucede, es que a estos elementos se añaden otros que sirven también para medir el nivel de desarrollo lingüístico de los alumnos, como la exposición oral, el debate y el trabajo de fuentes escritas diversas.
Para formarse en este campo hay disponible en la plataforma Coursera: “Introduction to Public Speaking” ofrecido de forma gratuita por la Universidad de Washington.
La tecnología de los móviles, iPads, ordenadores, no se puede obviar. Nuestros alumnos disponen de ella cada día. Y cada vez más con conocimientos más profundos que los de los mismos profesores. Por algo se les llama nativos digitales. No podemos obviar su uso en la educación.
Para que la tecnología no sea un reductor de la calidad del aprendizaje hay que trabajar dos aspectos:
El primero, que los trabajos que mande el profesor sean cuestiones que requieran un análisis y elaboración de las fuentes. Que no se pueda resolver con un corta-y-pega.
El segundo, que hay que enseñar a los alumnos a clasificar las montañas de información disponibles enseñándoles cuales son de calidad y cuáles no.
En este punto siempre recomiendo la lectura de una novela-ensayo que siempre me cautivó “Como una Novela” de Daniel Pennac, profesor de literatura en institutos de suburbios de París, en la que narra cómo consiguió hacer de una clase de adolescentes unos amantes de la lectura y que leyeran con gusto y provecho todo el plan de “lecturas obligatorias” que pedía el “programa oficial”. Para eso invirtió un tiempo en hacer que sus alumnos apreciaran el valor de un buen libro simplemente regalándoles la lectura en voz alta de los mismos. Una vez conseguido el objetivo de hacerles amar la lectura los alumnos asimilaron el programa oficial entero con más gusto y en menor tiempo que el estipulado oficialmente.
Mi respuesta es siempre la misma: poner bien los cimientos asegura un aprendizaje más sólido y duradero aunque parezca que se dan menos “contenidos” que luego son rápidamente olvidados. ¿o se acuerdan ustedes de cómo se hace una raíz cuadrada, un análisis sintáctico o de todos los afluentes del Tajo?
Precisamente por esto, estas nuevas metodologías introducen estrategias de pensamiento y de metacognición que enseñan a los alumnos a reflexionar sobre su propio procedimiento de aprendizaje y pensamiento.Es importante que esta faceta de las nuevas metodologías ocupe su lugar en cada clase.
“Ippur si muove.” Sin embargo se mueve. El mundo de la educación se mueve hacia un cambio que incluye de una manera u otra un cambio metodológico. Y los colegios se pueden unir como “early adporters” innovadores tempranos o más tarde cuando lo haga la mayoría. Mi consejo: por el bien de nuestros alumnos, por nuestra propia felicidad, cuanto antes, mejor.
Elena Jiménez-Arellano Larrea @EJArellano
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- http://elpais.com/elpais/2015/03/04/ciencia/1425489262_481530.html “Los restos, encontrados en Ledi-Geraru (Etiopía)… son de un tiempo clave para entender cómo y dónde apareció el género Homo hace 2,8 millones de años a partir de un ancestro como el Australopithecus afarensis [conocido como Lucy], que vivía en el este de África hace tres millones de años” Con el tiempo, este nuevo género de homínidos comenzó a manejar herramientas (Homo habilis), a caminar erguido (Homo erectus), y a desarrollar grupos sociales cada vez más complejos en una historia de éxito evolutivo de la que formamos parte los más de 7.000 millones de Homo sapiens que habitamos el planeta.” Publicado en El País el 05-03-2015
- Frase que nos gusta atribuir a Newton S.XVI, pero que fue dicha antes por Bernardo de Chartres en el S. XII
- Cesar Bona, nominado a profesor del año, nos cuenta sus propuestas en esta entrevista. http://www.abc.es/familia-educacion/20150924/abci-cesar-bona-entrevista-201509181800.html
- Today, Harvard Project Zero’s work includes investigations into the nature of intelligence, understanding, thinking, creativity, ethics, and other essential aspects of human learning. Our mission is to understand and enhance high-level thinking and learning across disciplines and cultures and in a range of contexts, including schools, businesses, museums, and digital environments. http://www.pz.harvard.edu/
- que explican en este video: https://vimeo.com/96762490 .
- “La Educación en peligro” Inger Enkvist Grupo Unisón Ediciones. 2000
- El pasado mes de julio se celebró en Bilbao un congreso de extraordinario interés y nivel: ICOT (International Conference on Thinking) en su 17ª edición, donde los exponentes de las mejores escuelas y teorías sobre pensamiento conversaron durante 5 días sobre cómo aprendemos y pensamos hoy. http://www.icot2015.com/es/ponentes.html
- http://www.elmundo.es/espana/2014/10/21/54455b9f22601d22738b458e.html
- http://pliseducacion.blogspot.com.es/2015/09/las-palabras-cuentan.html
- De la entrevista a Cesar Bona arriba citada: —¿Qué debe cambiar para que los alumnos tengan mejores resultados? —La formación del profesorado. En su programa, por ejemplo, hay un cuatrimestre de sintaxis. Si se sustituyera por enseñar a los futuros maestros a hablar en público, estimular su creatividad o saber gestionar emociones sería mucho más provechoso para todos.
- https://www.coursera.org/course/criticalthinking