EN EQUIPO SE APRENDE MÁS… Y MEJOR
Hace unos diecisiete años, cuando ya todos los teléfonos de sobremesa eran de botones, un cliente me regaló un precioso teléfono verde oscuro, de los de marcar con rueda, que funcionaba perfectamente. Entonces lo conecté, lo usaba y cada persona que entraba en mi despacho hacía algún comentario de lo bonito que era.
Hace poco lo he reencontrado. Lo he puesto de nuevo sobre la mesa y… ¡tachan!! Para mi sorpresa, el becario en prácticas no sólo no había visto uno en su vida sino ¡que no sabía cómo funcionaba! He hecho más pruebas con varios sujetos de menos de 20 años y he comprobado mi tesis: a priori no saben cómo se marca y cuando lo descubren se les pone cara de sorpresa que yo llamo “sorpresa de teléfono verde” que significa algo así como “¿Y esta antigualla funciona?”.
Lo cierto es que funciona: se pueden recibir llamadas y hacer llamadas. Pero por supuesto necesitas el “listín de teléfonos” (“¿lo queeeee?)”, no tiene memoria para rellamar, no te indica el teléfono que llama, no tiene buzón de voz… Vamos, que si, que es una antigualla.
Con esos mismos ojos de sorpresa -mezcla de incredulidad y asombro- miro yo ahora a esos colegios que todavía no han descubierto las ventajas de que sus alumnos aprendan cooperando en equipo. Es como si estuviera viviendo un dejâ vu mirando esas aulas con los pupitres en fila… ¿de verdad que aún no sabéis la maravilla que es el aprendizaje cooperativo?
Dejadme que os lo cuente.
Mejor, dejemos que nos lo cuente Google.
Esta empresa ampliamente conocida por sus servicios, tiene algunas formas de actuar muy interesantes; da mucha importancia al entorno de trabajo para facilitar las tareas tanto de pensamiento profundo como de compartir ideas o generar ideas en equipo.
Por ejemplo, para reclutar a sus trabajadores en Silicon Valley, puso unos carteles enormes en las carreteras con una ecuación de muy difícil solución sin más detalles. Los “frikis” que la solucionaron y se les ocurrió poner la solución en el buscador de Google, tuvieron acceso a la oferta de trabajo que Google ofrecía. Así reclutaron a los mejores para esos puestos, que además se auto-seleccionaron.
También Google es conocida en el ámbito empresarial porque ha implantado la fórmula 80-20 por la que todos sus trabajadores disfrutan del 20% de su tiempo de trabajo para trabajar en “sus” proyectos. Google obtiene así casi el 80% de sus beneficios: de los trabajos realizados en ese 20% de tiempo “libre”.
Y ¿quién no ha visto las fotos de sus oficinas donde te puedes llevar a tus hijos, tener una reunión en una cabina de teleférico o en un iglú,meterte en un “nido” para echarte una siesta o pensar, llevarte al perro, jugar un billar, cantar un karaoke en una banda de música y tirarte por un tobogán para ir al comedor? Así consiguen un ambiente creativo, distendido, con muchos puntos de descanso y de encuentro e intercambio de “mentes”, de ideas, de consejos, lo que potencia la concentración y la atención en los momentos de trabajo individual, obteniendo una mayor eficacia de sus trabajadores.
Pues esta misma empresa, que tiene muy claro cómo potenciar los resultados a través de unos equipos humanos sobresalientes, ha hecho un descubrimiento que llama sorprendente.
Google, tras dos años de investigación exhaustiva analizando las habilidades y rasgos de carácter de sus trabajadores de en busca de las claves de lo que hace un “dream team” (un equipo de alto rendimiento, es decir produzca unos resultados excelentes, siendo innovadores y creativos para solucionar problemas) concluyeron lo siguiente:
Y esto es precisamente el eje del aprendizaje Cooperativo: enseña a interactuar bien cómo miembro de un equipo para que cada individuo gane y todo el equipo gane.
Ayer precisamente me decía una profesora de historia de un colegio al que estamos formando en Cooperativo lo siguiente: “He comprobado por segunda vez en este curso académico que han mejorado los resultados de todas las alumnas usando el cooperativo. También he comprobado que las notas bajas son mucho menos bajas y las altas lo son aún más.”
Y ¿por qué sucede esto? Pues porque el aprendizaje cooperativo mejora los resultados al enseñar a los alumnos a interactuar y a interactuar bien: el “descubrimiento asombroso” del estudio de Google.
Explicando esta interdependencia positiva a profesores y padres me he encontrado algunas veces –bastantes- con esta pregunta: ¿Y no beneficia entonces el cooperativo sólo a los “flojos” o a los que saben menos?
La respuesta es que en el aprendizaje en grupo cooperativo se benefician TODOS los alumnos del equipo.
La razón la da Confucio:
Cuando un alumno intelectualmente bueno -y señalo lo de intelectualmente a propósito, porque puede ser que no destaque también en otras inteligencias como la interpersonal- tiene que explicar, pongamos por ejemplo la mitosis a otros miembros de su equipo, está mejorando su aprendizaje.
- En primer lugar al repetir o parafrasear la información le ayuda a retener la información y a fijarse en detalles a los que quizá no prestó atención.
- En segundo lugar, pone en práctica multitud de competencias como el ejercicio y mejora de la expresión oral, la empatía, la inteligencia interpersonal, el sentido de iniciativa, habilidades de pensamiento para presentar la información de un modo diverso…
Precisamente por eso quien más ayuda en un equipo no siempre es el intelectualmente más fuerte, ya que las tareas a realizar muchas veces exigen el desarrollo de otras competencias como la espacial o la interpersonal, que pueden ser tenidas en mayor grado por otro miembro del equipo.
Un colegio que sólo pretende el éxito académico a corto plazo (CDI, selectividad, etc) para sus alumnos es un colegio “sorpresa de teléfono verde”, porque ¿para qué sirve si los “conocimientos” están todos en Google?
Al trabajar en equipo se Incluyen la atención a otras dimensiones que dan una formación para la vida, para las relaciones humanas, para el futuro.
El mundo ha cambiado
- Google da información al segundo: “los contenidos” ya no solo están en los libros, es más, en los libros pronto quedan obsoletos y no tienen toda la riqueza visual que tienen algunas webs.
- En el documento “The shape of Jobs to come”[2]: queda muy claro que los trabajos en los que trabajaran el 80% de nuestros actuales alumnos son trabajos que no existen hoy en día y por eso ya no se trata de enseñarles “lo que sabemos” sino abrirles las puertas a que sean capaces de aprender lo que no saben con capacidad crítica.
- Los alumnos han cambiado: son más “visuales”, menos respetuosos de la autoridad, más globales: tienen amigos en todo el mundo, quizá están a veces más protegidos y consentidos…. Para llegar a darles lo que necesitan -una formación integral-, el método “tradicional” ya no vale.
¿Aulas con pupitres en fila? Si, los dos siglos pasados. En la escuela del siglo XXI se aprende en equipo.
Elena Jiménez-Arellano Larrea
[1] http://www.weforum.org/agenda/2015/12/googles-surprising-discovery-about-effective-teams/ “It turns out that the secret to a high-performing team lies less in the individuals that make it up and more in the wider team dynamics: “Who is on a team matters less than how the team members interact, structure their work, and view their contributions.””
[2] “The Shape of Jobs to come” http://ireteth.certh.gr/files/2010/02/FastFuture_Shapeofjobstocome_FullReport1.pdf
Dos comentarios para incordiar:
1: “puso unos carteles enormes en las carreteras con una ecuación de muy difícil solución sin más detalles”
Yo diría que es un problema de muy fácil solución para quien conozca el número “e” y sepa hacer un pequeño programa informático que analice los decimales en grupos de 10. Incluso se podría resolver fácilmente con una hoja excel si fuese capaz de operar con más de 15 decimales.
Una vez hallado ese número, la lógica del anuncio es aplastante incluso para los que somos de la generación del teléfono verde.
2. Conozco mucho-mucho a un alto directivo de Google en España, y la realidad no es como la cuentan. Te aseguro que no tiene tiempo para dedicar un 20% a “sus” proyectos, ni puede hacer una pausa de media hora para jugar al futbolín, ni trabaja tanto en equipo. Más bien tiene que atender videoconferencias de madrugada por aquello de la globalización y vive con el estrés típico del ejecutivo que cada semana duerme en 3 ciudades distintas y el fin de semana se encierra en su casa del campo para “descansar” trabajando sin que le molesten. Eso sí, la media de edad es muy jóven y casi no saben qué es una corbata.
Pero que conste que me parece muy bien tu artículo!
Siempre viene bien librarse de los romanticismos. Gracias por tus comentarios con tanta toma de tierra.
Muy buen artículo!!! Me ha encantado Elena.
Elena,
En el colegio llevamos unos años intentado implantar el trabajo cooperativo. Este año estamos haciendo un curso presencial y on-line con los hermanos Robert y David Johnson.
Me parece una herramienta muy adecuada por varias d elas razones que has indicado: estimulación, desarrollo de la comunicación, mejora autoestimas bajas, fomenta la solidaridad, respeto mutuo y un largo etc.
Eso no quita trabajo al profesor. Ni de broma: hay que empezar desde abajo, desde los primeros cursos, para que se asienten en ellos esas dinámicas y roles de cada uno. No se aprende de la noche a la mañana a trabajar en grupo. Es más, salen a la luz problemas: “no quiero estar con este…” No olvidemos que los alumnos por naturaleza hablan. Y si están en grupo más. Ahí debe estar el profesor: sin parar de moverse, de grupo en grupo, indicando cómo y qué pueden hacer, dirigiendo…Pero tienes que cambiar las rúbricas de evaluación…
En fin, que está bien pero lo bueno cuesta, lleva su tiempo de formación, de preparación, de consecución…
Ánimo.
Nunca nadie dijo que se dieran “los duros a peseta”. Implantar el aprendizaje cooperativo en un colegio supone un proceso de transformación que implica mucho trabajo, pero produce también muchas satisfacciones: mejora la motivación y los resultados. Y al cambiar la cultura colegial hacia una cooperativa mejora el lenguaje positivo y posibilista. Y esto vale la pena todos los esfuerzos. ¡A por ello!